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Yadira Lama
“Este trabajo nos aporta mucho más que lo que damos, eso que no se dude.”
Se describe como transparente, sincera y honesta. Yo le agregaría alegre, decidida, llena de buenas energías y con un enorme corazón. Yadira Lama, graduada Summa Cum Laude de Mercadeo, trabajó junto a su esposo por once años. Sin embargo, una hermosa labor surgió y hoy se dedica enteramente a La Casita de Alexia.

“Alexia es la niña que siempre soñamos pero nunca llegó”, me responde cuando le pregunto por qué el nombre de La Casita de Alexia. Sin embargo, Alexia sí llego, y está haciendo tremenda obra. Alexia es cada bebé que acoge esta fundación, cada vida que recibe la ayuda que necesita en el momento más importante de un ser humano. Conversemos con esta laboriosa mujer y su casita, que ha brindado esperanza y bases solidas a estos niños…

¿Cómo surge la idea de crear La Casita de Alexia? ¿A qué se dedica específicamente?
La Casita de Alexia es una idea que rondó en nuestras mentes por muchos años, pero sin forma. Sabíamos que queríamos hacer trabajo voluntario con niños específicamente, pero nos costó un tiempo dar el paso para asumir esa responsabilidad, con todos los cambios que eso suponía en nuestras vidas. La historia de su surgimiento es larga, pero puedo resumirla diciendo que Dios marcó las pautas e indicó el momento preciso. En La Casita de Alexia nos dedicamos a acoger bebés provenientes de familias de escasos recursos económicos para proveerlos de todo lo necesario para su desarrollo físico, afectivo y emocional durante toda la etapa pre-escolar. En el ínterin, educamos a los padres, por medio de charlas y encuentros, en todo lo referente a las relaciones familiares.

Háblenos de sus inicios y su evolución
Nuestros inicios fueron modestos. Tardamos nueve meses para definir el marco teórico de este proyecto y decidimos que íbamos a abrir una primera etapa solo con los bebés de Sala Cuna. Así lo hicimos, abriendo nuestras puertas con cuatro bebés que pronto se convirtieron en 10. Hoy esos niños están en el nivel Inicial III. Cada año acogemos 10-12 bebés en Sala Cuna, pues deben ingresar antes de haber cumplido el primer año. Cuando iniciamos, sabíamos que estos primeros cinco años iban a suponer un esfuerzo aunado de capacitación y ejecución. Ya hicimos un primer anexo de dos aulas (Inicial II y III) que están ocupadas actualmente. Ahora tenemos el reto de hacer un nuevo anexo mucho más ambicioso, pues el 2013 supone aumentar nuestro número de niños a un mínimo de 40. Actualmente estamos planificando esa construcción y esperamos, con el favor de Dios y el esfuerzo aunado, lograr tener el espacio de recibir los próximos dos niveles antes del verano. Eso incluye dos aulas, nueva cocina y lavandería, espacio de comedor y un ala de baños con duchas.

¿Quiénes participan en la guardería?
Tenemos una Junta Directiva compuesta por una servidora como presidente. Me acompañan Analía Durán, Gisela Padovani de Durán, Bernardita Abbott, Jenny Cabrera de Matías, María Isabel Cáceres de Silverio y Minnie Maalea de Lomba.

¿Cómo se sustenta La Casita de Alexia?
Por medio a actividades que realizamos y donaciones recibidas de parte de personas y empresas que creen en nuestro trabajo. Aceptamos todo tipo de ayuda y colaboración. Nos donan dinero, ropa, zapatos, juguetes nuevos y usados, leche, cereales, víveres; ¡de todo! ¡No decimos que no a nada! Recientemente teníamos una madre en apuros sin trabajo, hicimos limpieza de closets, le llevamos toda esa ropa y calzados para que la venda, compartiendo las ganancias 50-50 entre ella y la Fundación. Hoy esa cara triste es una cara feliz, hacemos lo que sea para captar los recursos.

¿Cuáles son las dificultades de manejar una ONG?
Las condiciones actuales de la economía mundial afectan de igual manera a las ONG, suene todo lo ilógico que pueda sonar. Han desprovisto de la exención de impuestos a las organizaciones que la tenían y nos la han otorgado a las que nunca la hemos tenido. Los montos que cada mes debemos pagar por concepto de ITBIS, Tesorería de la Seguridad Social y demás es alarmante. Ahora nos penalizan los ahorros que con mucho esfuerzo logramos acumular para garantizar la sostenibilidad de nuestra casita. Es una carga pesada y más si hablamos de una institución que no produce un duro. Cada egreso de este tipo lo calculamos en latas de leche y comida para nuestros niños.

¿Qué satisfacciones personales le ha traído su labor?
¡Todas! Todas y muchas más. Es un trabajo fuerte, pero maravilloso. Ver los niños desarrollarse, crecer sanos y felices, llenos de amor y seguridad es el mejor pago que se pueda recibir. Este trabajo nos aporta mucho más que lo que damos, eso que no se dude.

¿Alguna anécdota que contar dentro del ambiente de la fundación?
¡Ay Dios, son tantas! Los niños con sus ocurrencias hacen cada día de las suyas. Los más grandecitos ya hablan como periquitos. El otro día llegué en bicicleta, toda sudada para compartir con ellos la entrada y el izado de la bandera. Un par de horas después llegué arreglada y uno de ellos me grita “¡Tía, te bañaste!” Aquello sonó como un evento muy aislado. Todos estallaron de risa, parece que ese día me di la primera ducha del año. (Risas).

¿Cuáles son los planes a futuro para La Casita de Alexia?
Esos están muy claros. Aún tenemos dos años en los que debemos abrir niveles, equiparlos y capacitarnos para ejecutar el trabajo. Lo próximo, requisito sine qua non para recibir nuevos bebés, es construir el anexo.

Ya para el 2015 tendremos el proyecto completo. A partir de ahí, seremos un pre-escolar con todas las de la ley, acogiendo los niños por cinco años con la esperanza de que en ese lapsus de tiempo sus padres hayan mejorado sus condiciones de vida.

¿De qué maneras podemos aportar en esta fundación?
Con esta entrevista están colaborando. Lamentablemente, no podemos tener un proyecto como este estando callados. Es imposible seguir lo que dice la palabra de que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha. Necesitamos este tipo de proyección para que más puertas se nos abran, la gente nos conozca, se interesen en nuestro trabajo y formen parte de él.

Rita Capellán“Creo mucho en el fortalecimiento de los valores familiares en nuestra sociedad”
En tiempos en que la mujer ya está establecida en distintos roles, se hace cada vez mas difícil mantener el balance entre madre y profesional. Cuando a esto le agregamos no solo la sensibilidad de entender al necesitado, sino encontrar, en una ajetreada agenda, el tiempo para invertir en quienes necesitan de una mano amiga, entonces tenemos una gran mujer productiva en todas las áreas que le es posible. Hace más de una década inició oficialmente su fundación con una labor muy necesaria. El llamativo nombre "Ropa Estrenada" define un trabajo hecho con las mejores vibras: donaciones de piezas de ropa y zapatos en buenas condiciones para recaudar fondos a favor de quien en el momento más lo necesita. Conozcamos a esta mujer luchadora, emprendedora y con el don de ayudar…

¿Cómo se describiría Rita Capellán?
Me considero una persona alegre, servicial, familiar. Que está entrando en una etapa de la vida interesante, entretenida, en la que he tenido la oportunidad de reiniciar en nuevas labores profesionales. También, como fruto de la madurez adquirida con los años, he aprendido a valorar las cosas importantes de la vida, a dar y recibir.

Actualmente, entre otras cosas, se dedica al negocio de bienes raíces. ¿Cómo llegó a este sector?
Empecé trabajando en diferentes proyectos en la región Norte, me fui involucrando y expandiendo en otras partes del país. Ahora me he unido al equipo de asociadas de KG Inmobiliaria, un grupo muy emprendedor, profesional e íntegro, donde hemos podido compenetrarnos, no solamente en el sentido de la amistad, la transparencia y la lealtad, sino también -en mi caso- aprendiendo de cada una de ellas cada día más para poder ejercer este reto con sentido de responsabilidad y entusiasmo.

¿Cree que en estos tiempos una mujer exitosa profesionalmente puede resultar intimidante?
KG Inmobiliaria es una demostración de que las sociedades, sobre todo en el género femenino, son fructíferas y generan el sentido de la fraternidad en este mundo.

En su familia se percibe mucha unión. ¿Cómo cree que incide la estabilidad familiar en la productividad social y profesional de una persona?
Creo mucho en el fortalecimiento de los valores familiares en nuestra sociedad, creo en la educación de nuestros hijos, en el trabajo digno que mantiene, sobre todo a las mujeres, en un ambiente productivo de enseñanza y aprendizaje continuo. Es por eso que trato de inculcarles a mis hijas que nunca dejen atrás estos principios, que han sido los que he visto en mi familia siempre.

¿Qué la motivó a fundar “Ropa Estrenada”?
Hace más de 10 años, limpiando mi closet, me encontré con piezas de ropa que ya no le iba a dar uso y que se encontraban en buenas condiciones. Pensé que sería una buena herramienta para que otras personas necesitadas pudieran aprovechar ya sea donándolas para que pudieran recaudar algún dinero que les sirviera para sus tratamientos médicos. Así lo hice y luego se unieron amigas, hermanas, sobrinas y fue creciendo.

¿Qué satisfacciones personales le ha traído su labor?
Cuando alguien me recuerda que en algún momento lo ayudé, me siento que ha valido la pena. Ya lo hago sin darme cuenta... ¡es parte de mi vida!

¿Alguna anécdota interesante que contar dentro de este ambiente?
Un día entré a una tienda y encontré a la dueña hablando con una señora que era voluntaria de un hogar de niñas de aquí de Santiago, comentándole que tenían una necesidad, exactamente andaba con ese monto de Ropa Estrenada y se lo pase sin preguntarle